lunes, 10 de noviembre de 2008

Origen de la Semana Santa de Hellin


Dos imagenes de Archivo de la Semana Santa 2008 cedidas una de ellas por Toni Fernandez y la otra por un particularhttp://www.youtube.com/watch?emb=0&aq=-1&v=Kj6PPsPlzHo&eurl=http%3A%2F%2Fvideo.google.es%2Fvideosearch%3Fq%3Dtamborada+de+hellin&oq= esEste enlace me lo ha facilado un amigo



Cartel de la Tamborada de Hellín 2008, editado por la Asociación de Peñas de Tamborileros de Semana Santa de Hellín



A Continuación de la Ruta del Tambor del Sureste Español: Hellín (Albacete)
Continuando por la N-301 la Ruta se dirige al este de la provincia en dirección a la vecina localidad de HELLIN (26.000 hab.), distante apenas 9 km. de Tobarra, legua grande por camino derecho. El poblamiento es igualmente muy antiguo, como lo prueban los abundantes yacimientos arqueológicos hallados en el Tolmo de Minateda, conocido por los romanos con el nombre de Ilunum, en la Batestania, según las mediciones de Tolomeo en su obra Geografía[xxiii]. Cercano a las también importantes pinturas rupestres de Minateda.


Ha sido denominada Elo o Eyyo (visigodos) e Iyuuh (musulmana), con ligeras modificaciones como Felin o Fellin será a partir de 1.305 cuando ya se le conocerá con el nombre actual de Hellín que se correspondería con el núcleo actual de la ciudad. Al impresionante legado cultural que encontraron a su llegada, los musulmanes añadieron el esplendor de la civilización islámica definiendo la ciudad. A mediados del siglo XIII fue reconquistada por los cristianos, concedida en primer lugar al poeta Gonzalo Yañez de Oviñal y poco después, en 1.252 a Doña Juana de Ponthieu, viuda de Fernando III[xxiv], enseguida pasó a formar parte de las posesiones del infante don Juan Manuel. En 1.205 salió del Señorío pasando a los dominios de Fernando IV que la repobló otorgándole diversos privilegios y franquezas[xxv] pasando de nuevo al Señorío en 1.311 hasta septiembre de 1476 que pasaría a pertenecer, definitivamente, a la Corona de Castilla. La realenga villa que ya aparece con tal título en 1.305, desde 1.898 ya se distinguirá con el Título de Ciudad. El núcleo originario de la población se localiza en los alrededores del cerro del Castillo donde su irregular trazado urbanístico muestra las características propias de la época musulmana.


Su legado artístico es amplio y rico principalmente con respecto a la arquitectura religiosa, destaca sobre todas ellas la Parroquia Mayor de Santa María de la Asunción (S. XVI). monumento histórico-artístico nacional. La torre, junto a la cabecera de la iglesia, presenta un remate barroco del siglo XVIII. Sobria portada en el flanco sur, compuesta por dos cuerpos enmarcados por pares de columnas entre las que se sitúan hornacinas, en la parte central del alto se representa el tema de la Anunciación. El interior presenta tres naves a distinta altura y cinco tramos; cubierta con bóveda de crucería simple en las laterales y de terceletes en la central. La Capilla Mayor, cinco paños y bóveda estrellada, de igual altura que la nave central,. Las laterales, por su parte, corresponden a distintas épocas. Algunas muestran elementos góticos, aunque la gran mayoría son renacentistas. La más interesante de todas ellas es la primera capilla del lado de la Epístola, cubierta con bella cúpula oval con relieves y casetones, y con buenas figuras de los evangelistas en las pechinas. Entre las obras artísticas destacan algunos de los tronos o pasos más importantes que desfilan en la Semana Santa hellinera, albergando un Cristo yacente de singular belleza y realismo del artista valenciano Mariano Benlliure. El Convento de los Franciscanos, empezado a construir hacia 1.524 en distintas etapas, que en el pasado fuera Centro de Estudios Superiores dentro de la Orden, destaca en él su iglesia de nave única, conservando algunas bóvedas de crucería góticas. El acceso lateral presenta tres arcos, probablemente del siglo XVII, ocultos durante largo tiempo y recientemente recuperados. Su claustro, de planta cuadrada, presenta distintos elementos renacentistas de finales del siglo XVI. En el interior destaca especialmente el camarín transparente rococó, de finales del S.XVIII, que se encuentra en la cabecera. Su planta octogonal con pilastras en los ángulos sostienen un rico entablamento y cubierta con cúpula de aspecto estrellado, ricamente decorado con yeserías doradas. Posee una Dolorosa de Salzillo y una notable imagen de la Concepción.


En la parte más alta del cerro del Castillo se situa el Santuario de la Virgen del Rosario, parte de la ermita data del S. XVIII, época en la que se reconstruyó el camarín adornado con pinturas barrocas, así como gran parte del templo. El resto se debe al arquitecto hellinero Justo Millán y Espinosa quien llevó a cabo obras de ampliación en el siglo XIX. De esta época son la portada y la torre poligonal a la que se accede por una puerta con batientes de rejería, todo de un estilo ecléctico, arquitecto autor entre otras obras de la portada del antiguo Convento de las Claras (S. XVII), fundado por el bachiller don Luis de Caravaca, en la actualidad Casa de la Cultura, y del famoso Teatro-Circo de la ciudad de Albacete.
La Iglesia de San R El S.XIV se puede calificar como el del “Origen de la Semana Santa” en Hellín[xxvii]. Es el siglo en el que se organiza la primera cofradía, la del Rosario. El inicio de la Tamborada derivaría de la costumbre de encabezar sus procesiones por dos tamborileros que anunciaban el paso de los penitentes para que el público no molestara, tradición que sería introducida por San Vicente Ferrer[xxviii] popular por el tremendismo de su oratoria y de las procesiones nocturnas y penitencias públicas que ejecutaban los miembros de su comunidad itinerante, iniciadas al grito de "¡Misericordia!". San Vicente Ferrer peregrinó en Hellín y Tobarra, concretamente en el mes de abril de 1.411, púlpito que en Tobarra todavía se conserva en la Ermita de la Encarnación [xxix], en su camino desde Murcia hasta Valladolid. A finales del S. XVIII las procesiones se hacían acompañar por largas filas de tamborileros, costumbre arraigada en los pueblos del Bajo Aragón, como forma de integrar los tambores en las procesiones de Semana Santa. Podría afirmarse que el punto de inflexión en el tambor hellinero es la fecha de 1.881, en este año desaparecen las “Pujas” y se crean las actuales “Hermandades”, suponiendo un cambio radical para la Semana Santa hellinera, serían, no obstante, tres acontecimientos los de 1.800, de 1.859[xxx] y sobre todo el de 1.876[xxxi], considerado como el origen de la tamborada actual, de lo que desembocaría en una separación total entre procesiones y tambores, los nazarenos-tamborileros quedaron al margen de las procesiones, originándose el actual marco de toque de tambor libre diferenciado de las procesiones religiosas. Continuándose, sin embargo, con la tradición franciscana de vestir túnicas negras sencillas y cubrirse con capuz (en la fotografía puede verse un tamborilero con capuz alto, tambor ancho y túnica de color tomado de una película realizada con tomavistas, año 1929), aunque la tradición de llevarlo bajo hace años que se perdió, sustituyendo y popularizándose en los últimos años el pañuelo rojo por el capuz negro. Cada “peña” suele llevar bordado el nombre de la misma, el símbolo o escudo de la misma y el año de fundación. Siendo de forma general llevar también el escudo de la ciudad. Tradición también lo es el ser portada por un miembro de la peña una cruz o cruceta con el nombre de la peña y el año de su fundación y símbolo o dibujo de la misma, formando filas con los componentes de la misma, tradición que podría tener su antecedente en las conmemoraciones religiosas franciscanas y en la costumbre de encabezar los desfiles procesionales con una cruz como estandarte, asemejándose considerablemente a las largas filas e hileras de las procesiones de tambores y bombos de los pueblos del bajoaragón, las cuales esencialmente franciscanas, tendría sus orígenes, derivándose hacia la estructura de toque libre no procesional del tambor.


El inicio del toque de tambor en Hellín se sitúa en la noche del Viernes de Dolores cuando los tamborileros despojados de su indumentaria salen rumbo al Calvario para tocarlo hasta la madrugada siguiente. Miércoles Santo se reanuda de nuevo el toque a partir de las 3 de la tarde, cuando ya ataviados con la indumentaria tradicional salen los tambores agrupados en peñas salen a las calles, terminando oficialmente a las diez de la noche. El tambor en Hellín es tocado por todas las calles, siendo su principal atractivo el concentrarse en calles concretas, principalmente los alrededores del Monumento a los Tamborileros y sobre todo en el Rabal. Jueves Santo a partir de las doce de la noche es cuando la Tamborada de Hellín hace honor a su nombre, cesando los mismos al mediodía, alrededor de las 3 de la tarde, del Viernes Santo. Fruto de ello, la Tamborada de Hellín, en enero de 1.985 es declarada de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Sábado de Gloria a las tres de la tarde, la tercera de las tamboradas hellineras; en 1.928, los tambores surgieron por primera vez el Sábado de Gloria esto no había ocurrido nunca, pero una serie de circunstancias derivarán en la tradición actual de tocarlo[xxxii]. Tambor que ya no cesará su redoblar hasta la recogida de la procesión del domingo de Resurrección alrededor de las tres de la tarde. Desde 1.927 fecha en que las mujeres hasta entonces no habían tocado el tambor[xxxiii] surgen en plan de igualdad con los hombres, igualdad que es mantenida hasta hoy día, tocándose el mismo sin distinción de sexo o clase social.
La Asociación de Peñas de Tamborileros, www.tamborada.com, fundada en diciembre de 1.988 es la encargada de difundir y promover el toque de tambor tal y como prevén dichos Estatutos, en colaboración con el Ayuntamiento de la Ciudad de Hellín para su difusión y promoción cultural y turística. Publicando anualmente desde 1.989 la revista “Tambor” que junto a la Revista “Redoble” que edita anualmente la Asociación de Cofradías de Semana Santa de Hellín son recogidos todos los artículos, estudios y demás trabajos relacionados con el tambor. Confeccionando anualmente un cartel anunciador de la tamborada hellinera. Desde la cuaresma de 1.989 viene funcionando una Escuela del Tambor donde se enseñan los toques típicos hellineros, redobles y repiqueteos, sobre todo el más autóctono y característico hellinero: “Racataplán”, a los que se suman “Como rambla” o “Que me la han tentao...”. así como el montaje y desmontaje de los tambores.

En 1.976 se instaló en el Jardín Martínez Parras el Monumento al Tamborilero, obra de Francisco Ruiz Oliva.


Hellín sería la encargada de organizar las I Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y del Bombo los días 14, 15 y 16 de Marzo de 1.986, contando con la participación de 6 pueblos (Baena, Alcañiz, Hellín, Híjar, Tobarra y Moratalla)[xxxiv], posteriormente en el año 1.995, los días 25 y 26 de Marzo se llevaría a cabo las X Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y del Bombo y está prevista la realización de las XXV Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y del Bombo en el año 2010.

1 comentario:

narciso dijo...

Te pongo un enlace sonoro/visuale y lo copias y los pegas y asi complementas tu magnifico articulo:
http://www.youtube.com/watch?emb=0&aq=-1&v=Kj6PPsPlzHo&eurl=http%3A%2F%2Fvideo.google.es%2Fvideosearch%3Fq%3Dtamborada+de+hellin&oq=