martes, 18 de noviembre de 2008

Artículo de D.Antonio Andujar Balsalobre en la Revista MACANAZ

Esta es una de la portada de su libro que gustosamente he leido en la biblioteca de Hellin (Foto del autor)
“Mi idea es que el español tiene, por regla general, más individualidad que personalidad; que la fuerza con que se afirma frente a los demás y la energía con que se crea lo, mas y se encierra en ellos, no corresponde a la riqueza de su contenido intimo, que rara vez peca de complejo.”

M. DE UNAMUNO: La Carta histórica. Castilla.


Este es otro escrito rescato de la Revista Literaria MACANAZ, esta vez es un artículo de (A. A. B.) o sea.
Como en las anteriores crónicas dije, es una grandisima lastima la ciudad de Hellín no pueda contar con una de estas revistas literarias, seria todo un detalle si alguien quisiera hacerlo pues no hay ninguna y ni Semanarios de prensa pues los dos que hay, uno sale cuando quiere y el otro no es de la calidad debida, dicho por otras personas.
A día de hoy seria un “boom” que alguien hiciera un medio de esas características porque como he dicho no lo hay.
En Hellín hay grandísimos, unos se conocen y otros todavía están en el anonimato por ello me gustaría que se hiciera una revista literaria como lo fue MACANAZ.
Hellín es y será una gran cuna de grandes artistas como se suele decir….con mayúsculas, de las cuales algunas les hace falta ese pequeño enpugoncito para comenzar ellos por si solos a publicar sus artículos en los medios que vean correspondientes.
Le dejo con este escrito de Antonio Andujar es este:

¡La Feria de Hellín!

A. A. B.

EL presente número de MACANAZ, en el que hemos procurado supe. ramos en nuestro apasionado afán de servir a Hellín, llegará a las manos del lector cuando septiembre nos traiga, con los primeros aromas otoñales, las luces primeras de una ilusión que, año tras año, se renueva en los corazones hellineros, que anteponen a todos sus amores el amor entrañable, devoto y sincero, a su Virgencita del Rosario que, desde la maravillosa atalaya de su Santuario bendice al pueblo y del pueblo espera el desbordante homenaje de amor, que se le ofrenda al conjuro de nuestra incomparable Feria de septiembre.

¡La Feria de Hellín! Se estremece la pluma y se estremece el corazón cuando, alejados de la ciudad querida que nos vio nacer, se pronuncia la frase evocadora de un tiempo pasado que forzosamente tuvo que ser mejor porque en Hellín vivíamos y en Hellín soñábamos, bajo nuestro incomparable cielo azul, cargado de aromas, cuando en los días prelúdiales de la Feria, se hacía impaciencia nuestro afán de niños por el juguete ferial o se hacía nostalgia nuestra ilusión de jóvenes por la amada imposible de las mejores horas de nuestra adolescencia.

No podía estar ajena nuestra revista a esta inquietud que en los días de septiembre ha de palpitar unánimemente en los corazones hellineros y de ahí que como colofón de este tercer número de MACANAZ, que de extraordinario tiene la categoría por la cantidad y calidad de su contenido, figuren estas líneas dedicadas, a la exaltación de nuestra Feria, que, un año más, ha de llegar puntualmente a la cita que con Hellín tiene concertada, para que Hellín ofrezca a los ojos deslumbrados de propios y extraños el espectáculo insuperable de su certamen ferial, tan rico en galas, materiales como exuberante de fe y espiritualidad.

Se han apagado ya las luces de la famosa Feria de Albacete y ya se ha extinguido el rumor cantarina y alegre de las fiestas que en agosto y septiembre iluminaron la ventura y la ilusión de las ciudades, pueblos y aldeas de la comarca.

Tiene nuestra Feria el encanto singular de las cosas excepcionales, porque la ciudad, acogedora, sencilla y laboriosa, tiene a gala y orgullo el ofrecer anualmente a los que la visitan por septiembre, la estampa maravillosa de su Feria mágica, cargada de luz y de armonías, como heraldo jubiloso que pregona el espíritu, el alma de una ciudad que sabe sonreír con llaneza y sencillez y sabe ofrendar su corazón a quien llega para conquistarlo con las nobles armas del amor y la amistad.

Nuestra Patrona, la Virgen morenica, tiene todos los fervores hellineros y en su honor y homenaje se celebran las Fiestas que Ella bendice y Ella hace posible, al aunarse por Ella, las voluntades más dispares, en un solo afán de prestigiar y engrandecer a Hellín. ¡Que tal es el milagro de nuestra Feria!.

Y la gracia se la da a la Feria la mujer, nuestras encantadoras mujeres tan bellas de rostro como bellas de alma.

La industria, la agricultura y el comercio hellineros son índice y síntesis de la riqueza de la Ciudad, y a la Feria acuden industriales, comerciantes y labradores de ciudades y pueblos cercanos y lejanos, para estrechar lazos de amistad y comprobar el progreso de Hellín, del que es claro exponente nuestro certamen anual, que pregona el esfuerzo gigantesco de los mejores hijos de Hellín y la bondad de sus pródigas tierras.

El Ayuntamiento de la Ciudad --sean quienes sean sus hombres debe tradicionalmente A la Feria, como se debe a la Semana Santa y cuando septiembre llega, el alcalde de Hellín es como un buen padre al que los hijos preguntan impacientes por el programa de festejos. No hay nunca decepción porque no puede haberla. Porque 109 hellineros que rigen 109 destinos de BU pueblo saben lo que su pueblo espera de ellos cuando las fiestas llegan como recompensa a un año de deber cumplido. Y todo es entusiasmo en los días de vísperas y todo son conjeturas, sobre la base de un mismo afín de ofrecer al forastero lo mejor de lo mejor.

Y de ahí otro gran milagro de nuestra Feria. El de sus corridas de toros famosas entre las más famosas, en las que se dan cita con los ases de la torería andante, los nombres de 109 más prestigiosos ganaderos de España. Sería interminable la relación de corridas memorables si en este modesto pregón ferial nos pusiéramos a hacer historia. En el ánimo de todos está la justa fama lograda por nuestras corridas y en el ambiente taurino de España, brilla con luz propia el nombre de Hellín sobre el ruedo de cuya plaza se escribieron por los más famosos toreros las páginas más brillan" íes de nuestra incomparable Fiesta Nacional.

<`Feria de septiembre, toros en Hellín. . .,' escribió Serrano Anguita, hace ya muchos años en el madrileñismo diario «Informaciones» y con él, infinidad de poetas supieron cantar el embrujo de nuestra Feria, cuando la ciudad entera, desde sus típicos barrios morunos hasta sus calles amplias, modernas y populosas, se engalanan, con galas de novia, para vivir los días feriales... Desde el niño con su ingenua ilusión, hasta el anciano evocador nostálgico de viejos recuerdos, puede afirmarse que todo Hellín vive para su Feria y que todos los hellineros la esperan con santa impaciencia. MACANAZ se une a este sentir general de la ciudad de Hellín y lanza al viento su pregón jubiloso, para que llegue hasta el más apartado rincón de la Patria. A esos rincones alejados donde tantos hellineros viven recordando a su Ciudad y a esos otros rincones donde no hay hellineros, pero a los que también llega MACANAZ para decir a todos, a propios y extraños, que Hellín les espera, para septiembre, con los brazos abiertos a la cordialidad y con la mejor de las sonrisas en los labios, donde estos días próximos brotarán encendidas las plegarias de amor y de fe hacia la venerada Virgencita del Rosario, Patrona de la Ciudad y Reina y Señora de su Feria de septiembre.

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