lunes, 1 de septiembre de 2008

"Conociendo nuestras calles :Calle Buenavista"Colaboración de Emilano Martinez


Dolores Cubero, hija de Pepito el fotógrafo en lo que hoy es la calle Buenavista, (foto cedida por Jose Miguel Capote Cubero)

Nos encontramos en la zona de “Las Puertas de Murcia”, como así llamaban nuestros mayores a este rincón hellinero, lindando ya con la huerta y con el Camino Real de Murcia, que cruzaba el pueblo para salir por “Las Puertas de Madrid” hacia Tobarra o Las Peñas de San Pedro para continuar a Albacete y finalizar en Madrid.

Aunque el nombre de “Buenavista” ya lo tuvo con anterioridad, la mayor parte de los hellineros la conocimos como calle de Alfonso XIII.

Arranca de la calle del “Águila” y finaliza en la actual Melchor de Macanaz, antes Guadalhorce y para los más viejos “La Carretera”.

La primera parte de la calle está en dos niveles, siendo más alta la margen derecha, conocida como la “Peana de la Marialao”. Comenzando por esta acera nos encontramos con Manuel Ruiz Montes “Manolo el Tonto”, casado con Francisca Martínez “La Paca”, hermana del “Curro”, con su puesto de carnicería en la calle Alfonso XII –hoy Justo Millán-, ayudada por su hija Rosario.

A continuación, en el pasadizo, estaban los corrales del “Curro”, que llevaba a abrevar el ganado vacuno al pilar de la calle “Higuericas”. En este mismo pasadizo se encontraba también el postigo de la casa de Fernando Romero Ribes, cuya esposa, la maestra Doña Teresa Martínez, tenía allí una guardería.

Después la casa de Juan Antonio Martínez Tercero y Concepción Sánchez, con sus hijos Pepe, Angelita, Juan Antonio y Valentín. Luego Alberico Fernández Ros y su esposa e hijas, suegros de Pepito “El Guapo”.


Nos encontramos allí con personas tan conocidas como el taxista Jesús Martínez “El Foño” y Rafael Soria “El Bolero”, camionero de bien ganado prestigio.

Ya en el chaflán teníamos a “La Estanquera” Visitación Andrés Oliva, con su estanco en “Los Cuatro Caminos” que, años más tarde, continuaría su sobrino Patrocinio.

Allí, también en la peana, Manolo “El Pintor”, realizando las carteleras del teatro, auténticas obras de arte. Como anécdota del mismo recordamos cuando se colgó de un andamio para pintar el reloj de la torre de la Iglesia. En el rincón la casa de Rueda, “Carrucho” el de las bicicletas, quedando allí su hija Encarna.

En el callejón, la vivienda de “El Francés” y la de la familia Andújar, a la que pertenecía la “María de la O”, que dio nombre a la peana. Allí se criaron Manolo, empleado del INP, Paco, el fotógrafo, “Bailevito” y ·Cilimbombo”, camarero en las “Pistas Monterrey” de Juan Rubio “El Tortero”.

Continuando por la misma peana tropezamos con el pintor Francisco Tejada y esposa y Doña Luz Lorente, junto con la familia de la esposa de Antonio Castillo “El Paisa”.

Finaliza la peana con la casa del médico Don José Tomás Precioso, conocido popularmente como “Don José Campaña”. Allí se encontraba hasta hace unos años una lápida conmemorando el nacimiento de Don Mariano Tomás López, ilustre hellinero, destacado poeta y novelista.

En esta casa, recientemente derribada, conocimos en época muy posterior a María Cruz Pérez Roche, viuda de Félix Marín Moreno, con sus hijos Rafael, Félix y Mari Carmen, fallecida en la flor de su vida.

La “Peana de la Marialao” bien puede considerarse como un balcón privilegiado en las procesiones de Semana Santa, para tomar preciosas fotografías de nuestra imaginería.

Al cruzar la calle Martínez Parras nos encontramos con el caserón de José Iniesta Mascuñán “Rosigón” y la Mariquita Serna, con su numerosa prole: Amparo, Pepa; Encarna, Pilar, José Juan, Rafael y Jesús. Más tarde darían vida al “Bar Túnel”, en la calle Cantarería.

El “Salón de Belleza” de Mª Loli y en las portadas el sobrino de Alfonsete, con sus piensos, alfalfa seca, paja y sal de piedra para el ganado. En el piso, la familia Alba Elvira con su taller mecánico en la Carretera “Los Chispas”.

El carpintero Fuentes “El Tío de la Goma” y Antonio Losada con su familia, de “Caramelos la Pájara”.

El electricista Juan Ruiz “El Chispo” y su esposa “La Morena”, vendiendo la prensa, con sus hijos Rosario, Antonio –mecánico con los Garrido-, Juan –electricista fallecido en accidente laboral- y Manolo.

La barbería de “Santanica”, casado con “La Peralas”, Lucas el gitano y Juan Carlos López Alvarez, ya en la revuelta, para continuar luego con el jardín de la casa de Don José Lencina –hoy oficinas de Aqualia-

La casa de Amador Baquero y la casa-almacén de Aurelio Torres “El de las gaseosas” con su cerveza Mahou. Finalmente dependencias de la familia García Cano, donde estuvo la farmacia “Santa Marta” de Don Ángel Romero, al mismo tiempo Procurador de los Tribunales, que tuvo como mancebo al ya citado Patrocinio, que luego estaría en la farmacia de Doña Luisa.

La acera de los nones estaba menos poblada, pero empezando por el chaflán de “La Zoronga”, que ya mencioné en la calle Juan Fcº Parras, continuaba Antonio Martínez “El Crepa”, yerno de Ernesto Blázquez; el talabartero Práxedes y esposa, con sus tres hijas, cuya industria o taller continuaría su sobrino Antonio Sorio, trasladándose después a la esquina de la citada “Zoronga”. Allí se reparaban las tartanas de “Calcetines”

Juan Antonio y familia. Manolo Andújar “El Chiki”, que, sin renunciar a “sus derechos de soltería”, se casó con Lola “La del Chimo”, y Antonio Esparcia, empleado del INP, casado con Milagros Montoya.

Así llegamos al callejón, donde vivía Rafa Báidez, casado con Puri “La de Indalecio”; las portadas del taller de “Los Cabrera”, vinos “La Villenense” y luego los de Cantó con Mariano “El Policía” y las cuadras de David Ruiz, el del bar de la Carretera. El caserón de “Herodes” y en la otra esquina el de Don José Quesada.

Las oficinas y sede de la “Eléctrica Chinchilla”, con su vivienda familiar, dirigida por Don Francisco Chinchilla Reyes, y el transformador de la misma empresa.

En la esquina siguiente, la fábrica de licores de Miguel Pérez López y sus hijos “Los Pinoseros”, con su “Anís Hellín” y coñac “Macanaz”, entre otros.

La carpintería de los hermanos Ruiz “Los Pañeros”, Pepe y Matías; finalizando la calle con la familia Bernabeu: “Tiba”, Amparo, José María, Rodolfo y Salvador.

Arrancando del transformador de la “Eléctrica Chinchilla” empieza la actual calle del Doctor Tabera y Araoz, primer Obispo de Albacete, y luego Cardenal en la Curia Romana. Esta calle antes estaba dedicada a Don Enrique Parras Blázquez, quien amablemente solicitó que se le cambiase su nombre por el de Don Arturo Tabera.

All í, a la derecha, el edificio de los hermanos Pérez Marín: Félix, Jesús, Miguel y Antonio, “Los Pinoseros”, destinando la planta baja a almacén y bodega, con venta directa de vinos y licores, y las dos plantas a viviendas propias de las cuatro familias.

En la otra acera, más dependencias de la “Eléctrica Chinchilla”, a las que seguían las viviendas de “El Guy” con sus atracciones feria, la de Andrés “Cabecicas” y la de Paco “El Zorro”, carretero de profesión y siempre costalero de “La Dolorosa”, finalizando con la tienda-almacén de Daniel Cano, ya en la Carretera.

Frente al inicio de la calle “Tabera y Araoz” finaliza la calle de “La Perla” con la casa y jardín de Don José Lencina y su esposa Doña Nemesia Ródenas, recientemente fallecida, a la que recuerdo desde mi niñez, en casa de sus padres, en la calle Silvela. En esta vivienda han crecido los numerosos hermanos Lencina Ródenas.

A espaldas de la casa anterior está el “Cerrico de las Moyas”, con Antonio Llobregat y su esposa María, Juan “Panas” y familia, Juan Ortega Requena y familia, y ya abajo el jardín y almazara de Doña Encarnación Millán, donde muchos años más tarde se abriría la discoteca “El Rincón, lindando con la casa de “Las Mudas – las Cañamonas”, tías de Antonio Cantero López, fiel servidor de Don Antonio García Marín.

En el estrecho de la calle “La Perla”, la casa y obrador de José Requena “El Nono”, con sus turrones, caramelos, peladillas y cascaruja. En la misma acera la casa y obrador de Ángel Requena “El Pizca”, también con sus turrones y caramelos, cuyo hijo y sucesor, Pepe, compraría “La Elisa”.

La familia Arsenal cerraría esta acera, con la pequeña tienda de “El Nono”, ya en la esquina de la calle “Mesones”.

En la otra acera, junto a Rafaelico “Chan” tenemos las familias Marín Honrubia, los “Chinares”, Zamorano, años más tarde Rafael Ortega, fotógrafo “El Lupa”, y la vivienda y taller de fontanería “Limorti”, donde conocí al abuelo Abrahán, a su hijo Rafael, casado con Fermina, de quienes nacieron Rafael, Encarnita y Lile.

Después el solar que en principio estaba destinado a un bonito Teatro y que terminaría en almacenes de la familia García Cano, continuando con la fragua y cerrajería de Rogelio Martínez con sus hijos Rogelio y Juan.

La vivienda de Aurelio Torres y familia cerraba la calle de “La Perla”, así llamada en recuerdo de una belleza hellinera, aunque de no buena reputación.

Llegamos al final de este “Baúl” con el recuerdo cariñoso de quienes vivieron en este rincón de nuestro pueblo y el respeto afectuoso a quienes aún lo habitan.

Como siempre pido disculpas por los motes empleados, que los he usado sin ánimo de ofender.

Aprovecho este espacio para disculparme especialmente con la familia de José Sánchez “Biruta” al nombrar su taberna en la calle Mesones. A su hija Pepi le molestó mi palabra “Borrachos”. Creo que la mayoría de los lectores han entendido mi expresión. Dice Pepi que su padre tenía una clientela “muy selecta”. Yo creo, quizás esté equivocado, que el mayor orgullo de su padre era que por su taberna pasaba todo el pueblo.

Ruego a la familia Sánchez Castillo que ojee el número 15 de nuestra revista “La Portalí” donde se inserta un anuncio, que yo facilité, de “Casa Viruta” y el sencillo comentario de mi buen amigo Juan “Braguillas”.

Gracias una vez más a mi amigo Manuel Martínez Fernández por su colaboración en es, que se pergeño en “El Picadero”, con la autorización de su propietaria María, ubicado en la antigua tienda de “La Mariana”, en la calle “Soledad”.

3 comentarios:

w dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Policía Local Doña Mencía dijo...

Perdona, pero la foto pertenece a la calle Buenavista de Doña Mencía, pueblo de la provincia de Córdoba

Juan López Docón dijo...

Ok, gracias