sábado, 18 de octubre de 2008

Aparece un articulo de D.Antonio Millán Pallarés en la Revista literaria Macanaz

Buscando un día en mí archivo, encontre este articulo del Ilustre hellinero D.Antonio Millán Pallarés ,nieto del genial arquitecto Justo Millán Espinosa.
Lo que es triste,es que a esta persona que tanto bien hizo no solo a su pueblo de hellín, si no también a sus gentes se le tenga olvidado.
yo cuando era pequeño tuve la suerte de conocerle ya que mí hermana trabajo con él en su casa.Cuanto él se entero que yo escribia no dudo en enseñarme unos viejos trucos de investigación cosa que hoy le agradezco ,al igual que en su día

Esta es una imagen del libro gente de hellín de A.Moreno,es de A.Millán

Este es el articulo en custión

Notas sobre la colaboración de Hellín a la Guerra de la Independencia

Por Antonio MILLAN PALLARÉS



Fácil es seguir día por día todas las incidencias del vivir cotidiano de Hellín por los años de 1811-1812. Sabemos el número de vecinos, los nombres de las calles ; conocemos al detalle la capacidad económica de sus moradores. Enemistades entre familias; viajes y mil detalles de la vida diaria. Apenas hay un día sin una referencia.

Poseo todas las actas do Ia Junta de Auxilios reunida en Hellín para el suministro de víveres y ayuda a las tropas que luchaban contra los franceses. Los bandos y disposiciones o circulares de las Juntas del Reino de Murcia y Suprema de Cádiz que llegaban a la de Hellín están cuidadosamente conservados y algunos se completan con la copia de Ia respuesta de la Junta de Hellín.

Casi todo hace referencia a asuntos de índole puramente económica pero a través de los acuerdos se adivinan las angustias y privaciones a que estaban sometidos los hellineros de aquel entonces.

Un dialogo constante -a veces dos reuniones en un solo día-se mantenía entre las Juntas Supremas y las de los pueblos y aún las de éstos entro sí. Entonces, como ahora, era duro tener que dar. Muchas veces rezuman angustia estos documentos. El día 18 de junio de 1812, Juan Antonio Montesinos nos manifiesta "con el más devido respetos", "q. en el día de oy por los Sres. individuos de la Junta popular... me han sacado del Almudí seis fanegas de cevada q. las havia puesto en él para con su importe cubrir algunas deudas y socorrer y alimentar mi crecida familia no teniendo otro advitrio ni recurso so en el día." "Mis hijos tienen necesidad y no tengo con q. socorrerlos mas q. con dicho importe de cevada : Aunq. sin poder, como es notorio he contribuido con quanto he podido en los respectivos repartos q. me han cavido. Dexar perecer una familia bien reputada y establecida en el Pueblo ; no sé q. Ley haya para ello.» "Sres. sino fuera tan verdadera y tan legitima la necesidad en que me hallo no molestara a V. S. S. sin embargo de no encontrar razón que apoye esta extracción de las seis fanegas de cevada sin avono ni recibo y, es lo que menos aprovecha a los q. se hallan como yo en el dia". "Hacer e V. S. S, panegírico de esta mi solicitud era molestarles y quizá atrasar el Rl. servicio. V. S. S. de reglamento de S. M. y facultades que le son cometidas y penetrándose ante todas cosas del apuro o extremo en que me hallo a V. S, S, suplico..."

La Junta solía ser inexorable, pero la resistencia de los vecinos era muchas veces manifiesta. Las guerras siempre son duras aunque alentase como entonces el más alto patriotismo.

En la distribución de pueblos del Reino de Murcia para la mejor organización de las Juntas de Auxilios, pertenecen y dependen de Hellín : Albatana, Calasparra, Jumilla, Ontur, Tobarra, Ferez, Lietor, Letur y Socobos. Queda constituida la Junta de Hellín por Orden fechada en Murcia el 9 febrero de 1811. En el primer decreto de la Junta de Hellín (14 de febrero) se ordena un reconocimiento de todas las casas del vecindario para abastecer A Ia 1.ª División del Tercer Ejército establecida en Hellín. Se ordena la entrega del diez por ciento de trigo y cebada "cuya operación deberá practicarse en el momento." Firman: Mariano Rodríguez de Vera, Hipólito Nuñez Montesinos, Antonio Velasco, Manuel Domingo Ramos, Antonio Jiménez, Antonio José Bañón, Lucas Andújar, José Luis Mira. Actúa de secretaria, "presente fuy" Jose Serapio Díaz.

Las Juntas tenían jurisdicción independiente y se componían de un Regidor , un Eclesiástico, un Labrador, un Comerciante o Granjero bajo la presidencia de la Justicia y con asistencia del Síndico personero. Hay que la cantidad suficiente para suministrarle cuatro mil raciones diarias curenta fanegas de cebada y trescientas arrobas de leña. La villa de Hellín ha de suministrar diariamente 1.153 raciones de carne, pan y menestra y diez fanegas de cebada. Tobarra, 733 raciones y cinco fanegas de cebada; Lietor, 311 raciones, cien arrobas de leña y dos fanegas de cebada y en proporción los demás pueblos.

Y empieza el diálogo entre los pueblos. El diputado de Calasparra dijo que "se conformaba por ahora con el reparto hecho por la urgencial caso", pero decía que no podía seguir suministrado, ya que auxilio "sin auxilio alguno" a gran número de tropas y gruesas partidas hasta que "aniquilado enteramente tuvo a bien el Sr. Comandante General relevar la. tropas."

Desde Tobarra pone un oficio Juan Pedro Navarro Arvizar el 19 de febrero en el que manifiesta que, no obstante lo acordado en presencia de su comisionado Alonso Chulvi, no solamente no puede mandar nada a Hellín, sino que, al contrario, solicita ella ayuda por haber sostenido varios días y tener que seguir haciéndolo, a mil plazas de Tiradores de Cádiz y setecientas de Alcázar. El mismo día ordena Hellín a Jumilla que ayude a Tobarra, y al día siguiente, día 20, se reune con urgencia la Junta de Hellín para arbitrar cebada para la caballería que acaba de llegar a Tobarra Se hacen registros domiciliarios y se echa mano de todos los granos que entran los forasteros, pero no se encuentra la cantidad necesaria por la escasez general de la región.

En marzo hay acantonadas en el partido de Hellín 4.500 plazas y "cuarenta de cebada" a más de las tropas de tránsito y la 1.ª División de guarnición en Hellín. Esta Division llevaba aquí más de mes y medio ocasionando a la Junta "los mayores apuros" para atenderla.

En el recuento de vecinos que se hace el 23 de marzo corresponden a Hellín 1.300; 900 a Tobarra; 1.030 a Jumilla ; etc.

Se faculta a los pueblos para que puedan contribuir en dinero a razón de doce cuartos de onza por cada ración. En la Juma de 29 de marzo y vista la angustiosa situación, se acuerda pedir un anticipo a las personas pudientes y hacen el reparto siguiente: D. Francisco Soria y Soria, 20.000 reales ; don Pedro Diego de Balboa, 15.000 ; don Jerónimo Rodríguez, 10.000 ; doña Ramona Ontiveros, 3.000; don Manuel Ontiveros, 4.000; don Juan Batuone, 2.000 ; don Manuel Rodríguez, 4.000 ; don Rafael Valcárcel, 3.000 ; don Ma- nuel Villaseca, 2.000. El seis de abril aún no han entregado éstos lo señalado y los pueblos no mandan "quasi nada". El 8 de abril se les conmina a entregarlo antes de anochecer. Se amplia la lista de vecinos pudientes y desfilan : don Juan Bernal, don Juan Guerrero, don Juan Antonio Velasco, don José Joaquín Salazar, don Antonio de Moya, doña Elvira de Frías, etc. Si poco consiguió de consiguió de los primeros, éstos tampoco resuelven nada y la Junta retrata en sus sesiones mil negocios sucios de muchos que justifican no tener nada y sin embargo dan dinero prestado. Varios testigos desfilan para dar detalles de la vida y milagros de don Francisco Soria, entre ellos un tal Salvador Tomás "entendido por veneno".

Todos los días hay alguna novedad que contar y algún asunto que resolver, La hora de salida de las expediciones de socorro, la cantidad de carros, sitio y hora en que recibirán la dirección a seguir, todo esta consignado en estas actas.

El fin inmediato no es el militar, pero conocemos muchas de las acciones de guerra : los movimientos de tropas; la huída de los vecinos al acercarse el invasor; la peste que hace a la Junta Suprema de Murcia trasladarse a Cieza, al Santuario de las Virtudes de Villena ; etc. Tan pronto han de acudir con urgencia a suministrar lo imprescindible a la tropa como a la fortificación de lugares estratégicos como el castillo de Chinchilla.

Las actas y oficios de las Juntas están redactadas con claridad sin que los de arriba ni los de abajo se muerdan la lengua. Las contribuciones aumentan sin cesar y Jumilla p. e. arguye con lógica "si aumentan las raciones porque aumenta la tropa, deben disminuir cuando disminuyen las tropas." Pero cada vez se pide más y las cosechas son escasas. Tanta influencia tienen los auxilios sobre los movimientos de tropas que los franceses avanzan cuando los auxilios se retrasan.

Por otros documentos que también poseo, sé que estuvo el invasor, al menos dos veces en Hellín. Una de ellas en enero de 1812. Entonces los franceses "rompieron el archivo de tres llaves en que se custodiaban los papeles interesantes de este Ayuntamiento del que sacaron, rasgaron y quemaron mucha parte de ellos que no pueden arreglarse por mucho medio que se tome."

Los nombres de muchas calles que se consignan han llegado sin variación hasta nosotros y la calle más típica y más entrañablemente hellinera, el viejo Arrabal de San Sebastián, era llamado ya por los hellineros de la guerra de la independencia, el "Raval".

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