jueves, 18 de octubre de 2012

El Tendido de los Sastres

Entre las originales costumbres que tiene Hellín, éxito la de presenciar las corridas de toros desde la cumbre del cerro del pino, escogido en estas ocasiones por la gente con escasos recursos económicos.

Era curioso observar a grupos de hombres, mujeres y niños como iniciaban su lento ascenso poco tiempo después de las dos de la tarde, para evitar que sus localidades estuviesen ocupadas por otros más madrugadores.

Desde el cerro del pino , concretamente al pie de donde hoy se alza el monumento a la Virgen del pino , solo se ve teniendo buena vista un tercio del redondel de la plaza , pero desde alli ,la ilusión de aquellas gentes hacían milagros , a pesar de que solo se divisaba , de vez en cuando la confusa silueta de un peón que da un capotazo , la salida d los jamelgos o muletillas en veloz arrastre del toro.

Los del tendido de los sastres, como así se le viene llamando desde hace muchos años, aparte de su incomoda escalada también estaban expuestos a soportar algún inoportuno chaparrón o una buena solanera, aunque cuando esto último vislumbraba, enseguida surgía el despabilado vendedor que con

su cántaro de agua fresca al hombro intentaba hacer su agosto ofreciéndola a los espectadores al módico precio de una perrica el vaso.

Hoy en día, sin embargo, nada queda ya de aquella estampa original, aunque alguna vez que otra se suele ver algún grupito de agiles jóvenes en esos diasque tienen lugar ese tipo de espectáculos.

A día de hoy se desconoce si todavía se sigue esta tradición tan meramente curiosa.

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