jueves, 22 de enero de 2009

San Vicente Ferrer estubo en Hellín



















San Vicente Ferrer OP (Valencia 1350 - 1419) fue un dominico español, taumaturgo, predicador, lógico y filósofo.
Es el santo patrón actual de la Comunidad Valenciana; en su conmemoración se levantan en las calles de Valencia escenarios llamados "altares", donde son representadas por niños escenas de su vida y milagros. Es un santo muy apreciado en la mayoría de los lugares que recorrió en sus viajes de predicación.
Conocido cariñosamente como "Sant Vicent el del ditet", debido a que, según leyendas populares, logró varios milagros alzando su dedo índice, siendo así representado en su iconografía; también es representado por "alas", porque está considerado como el "ángel del Apocalipsis", ya que él mismo se consideró un "legatus a latere Christi" y anunció en numerosas ocasiones la inminente llegada del Anticristo y el fin del mundo, tal como hizo, por ejemplo, en los varios sermones que predicó en la ciudad de Toledo en el año 1411.
Asimismo, sus predicaciones por diversas ciudades de Europa, sobre todo en Italia, fueron constantes a raíz de la célebre visión que tuvo en la ciudad de Aviñón en el año 1398. Era seguido por multitudes que lo acompañaban en sus itinerarios, entre ellas un séquito de flagelantes que se azotaban las espaldas como purga de sus pecados. Solía viajar subido sobre un asno y se alojaba en los conventos de frailes dominicos de las ciudades y pueblos en donde predicaba.
Multitud de ermitas y altares recuerdan en muchos rincones de la Europa occidental, anécdotas históricas o apócrifas, la multitud de milagros realizados por el santo en su largo camino de predicación o reliquias de San Vicente.
Muy importante fue su activa y decisiva participación en el Compromiso de Caspe, en donde fue elegido como rey de Aragón Fernando de Antequera, de la dinastía Trastamara.

Biografía

S. Vicente Ferrer por Francesco del Cossa, National Gallery
Vicente Ferrer nace en Valencia el 23 de enero de 1350. Fueron sus padres Guillermo Ferrer, y Constancia Miguel. Tuvieron tres hijas y tres hijos.
Cuando nació Vicente Valencia terminaba de sufrir la Peste Negra.
Pertenecía a una familia acomodada del "cap i casal", la ciudad de Valencia. Su padre era notario y estaba bien relacionado con las clases altas, lo que le permitió un bautizo con ilustres padrinos y el "beneficio de Santa Ana" en la Parroquia de Santo Tomás.
Sus primeros estudios fueron en Valencia, en una de sus múltiples escuelas, donde se incició "estudios de latinidad".
En febrero de 1367 tomó el hábito tras haber ingresado en el Convento de los Predicadores de Valencia, los dominicos.
Entre 1368 y 1375 fue enviado por sus superiores a profundizar sus estudios en Lérida, Barcelona y Toulouse. En Lerida dio clases como profesor de Lógica, donde se encontraba en su época el Estudio General de la Corona de Aragón, la Universidad.

En el Cisma de Occidente
Vicente trabajó activamente en conseguir solucionar el llamado Cisma de Occidente.
En 1377 regresaban los Papas a Roma tras casi tres cuartos de siglo en Avignon. Pero al morir Gregorio XI se eligió al conocido como Urbano VI, lo que llevó a graves disturbios y momentos de tensión con denuncias sobre la legalidad de la elección. Los ausencia de algunos electores y las presiones francesas a las que se sumó el cardenal español Pedro de Luna conocido posteriormente como el Papa Luna, llevó a que un grupo de electores declarara nula en agosto la elección y eligiera el 20 de septiembre a Clemente VII. La europa Cristina quedaba dividida entre los que obedecían a Roma y los de Avignon.
Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, terminó por apoyar a Clemente VII y este delegó en Vicente Ferrer para intervenir en el reino de Valencia, donde ya se encontraba el delegado de Urbano VI.
Su actividad en Valencia a favor de Clemente VII fue intensa lo que llevó a que el rey recibiera distintas cartas y denuncias unas a favor y otras en contra. Tal fue la situación que le llevó a renunciar voluntariamente a su cargo de Prior del Convento de los Predicadores, cargo que ostentaba desde hacia algún tiempo.
Su apoyo a Avignyon le llevó a escribir un tratado en 1380.
En esta época Vicente siguió su trabajo de predicación por todo el reino de Valencia de las que tenemos constancia como una Cuaresma en Segorbe u otra en Valencia capital, también hay que destacar su intervención en sentencias entre religiosos o sus clases como profesor de teología en "La Seu" de Valencia (catedral) entre 1385 y 1390.
En 1394 fue elegido papa de Avignyon Pedro de Luna como Benedicto XIII, y llamó a Vicente, le ofreció distinciones cardenalicias y obispados, pero Vicente no veía con buenos ojos el ambiente de la curia de Avignyon y marcha al convento de los predicadores de la ciudad.
El cisma le causaba un gran dolor interior, y en ese momento sufre una enfermedad que parecía llevarle a la muerte, el 3 de octubre tiene una visión que cambia el rumbo de su vida y desde ese momento se dedica a la predicación itinerante, a la que se consagra totalmente, recorre los caminos de Europa occidental a pie.
Vicente seguía siendo partidario de los papas de Avignyon. Vicente recordaba las plagas bíblicas y afirmaba que la novena plaga eran las tinieblas: durante tres días estuvieron hombres y mujeres sin verse el uno al otro y decía que esto significaba el Cisma y los tres días eran los tres papas que había en ese momento, Juan, Gregorio y Benedicto.
Tras su intervención en Caspe y en sus frecuente encuentros con el rey Fernando, Benedicto XIII y el emperador Segismundo tratan sobre la unión de la Iglesia. El 6 de enero de 1416, Vicente Ferrer en Perpiñan, leyó un documento por el que la Corona de Aragón se sustraía de la obediencia a Aviñon.
Al año siguiente en 1417 fue elegido Martín V como Papa de toda la Cristinadad.

En el Compriomiso de Caspe Casa natalicia de San Vicente Ferrer

Acceso al pouet de San Vicent, junto a su casa natalicia


Portal del pouet






Su participación es sin duda un hecho fundamental para el futuro de toda España, tanto en su época como posteriormente.
Su participación está documentada por su propio hemano Bonifacio que también participo como compromisario representando a Valencia.
Vicente llegó a Caspe en abril de 1412 y era el octavo compromisario por orden jerárquico, pero fue el primero, tal vez por su prestigio y peso moral en emitir el voto, y seguramente esto fue decisivo para el futuro de la Corona de Aragón y de la futura España. Su voto fue a favor de Fernado de Antequera y tras él, su hermano y otros cinco compromisarios de Aragón y Valencia hicieron lo propio votado también por Fernando, dos compromisarios votaron por el Conde de Urgel, uno se abtuvo y otro no había formado una opinión.
Según algunas crónicas los partidarios del conde de Urgel trataron de asesinar a Vicente por tierras de Lérida.

Vicente y otras religiones
Vicente en sus predicaciones entabló contacto no solo con cristianos, también con judíos y musulmanes, quería que su mensaje llegara a todos los hombres.
Algunas fuentes consideran que participó como impulsor en la revuelta de de 1391 que terminó conn una matanza de judíos, otras dicen que fue vicente el pacificador que calmó los ánimos, pero hay que destacar que en esas fechas el santo no se encontraba en la ciudad, si bien fue una gran defensor de la no violencia, contrario a cualquier atropello a las distintas minorías religiosas.
Está documentado que gracias a sus predicaciones muchos rabinos se convirtieron al cristianismo.
Su trabajo se vio facilitado por su conocimiento intenso del hebreo, las tradiciones, y las Escrituras.
Su lenguaje directo y claro, llegaba al pueblo y le permitió que grandes multitudes le escuharan por allí por donde pasaba.
Vicente tuvo un trato especial con los convertidos, encargando su formación y educación en el cristianismo a personas seleccionadas, o como el converso musulmán Atmez Hannexa, que tomó el nombre de Vicente cuando se bautizó, del que se preocupó para que él y su familia tuvieran una pensión para su socorro y sustento, y pudiera predicar entre musulmanes y cristianos.

Casa de San Vicente Ferrer, Valencia (Ciudad)

Últimos años de su vida
Le pidieron que asistiera al Concilio de Constanza, pero él optó por seguir con su trabajo y continuó predicando por Francia, evitando las zonas en guerra.
Recorrió el Mediodía francés, la Auvernia, pasando luego a la Bretaña, donde transcurrirán los últimos meses de su vida. Encontrándose gravemente enfermo, decidió partir hacia Valecia. Sufrió una terrible tempestad al salir del puerto de Vannes lo que él interpretó como una señal de Dios para que volviera a Vannes a pasar el resto de sus días. Falleció en Vannes el 5 de abril de 1419. Su sepulcro se halla en la catedral de dicha ciudad.

Canonización
En 1431, el Papa Eugenio IV ordenó estudiar el asunto de su canonización, pero ahora se interpuso el nuevo cisma de Amadeo de Saboya.
Nicolás V aconsejó a los frailes celebrar el Capítulo general de 1453 en Nantes y preparar el proceso. Y encargó que tres cardenales que investigasen la vida y los milagros del predicador; entre ellos estaba Alfonso de Borja, el futuro Calixto III, el primer Papa valenciano de dicha familia. Mantuvieron entrevistas con obispos, abades, frailes y gente común en Nápoles, Avignon, Toulouse y en la región de Nantes, interrogando a 28, 18, 48 y 310 testigos respectivamente.
Ya fue Calixto III, quien recibió las actas de estas investigaciones.
Calixto III solía "decir a los cardenales y al Maestro de toda la Orden fr. Marcial que siempre había tenido por cierto su pontificado desde que San Vicente se lo prometió". Se han realizado fundamentales aportaciones documentales, que nos muestran que ello no es fruto de los biógrafos, sino convencimiento del propio Calixto III que lo afirmó en numerosas ocasiones y recogieron autores muy cercanos a los hechos.
El día 29 de Junio de 1455 tras votarlo en el consejo de cardenales, Calixto III anunció la canonización de Vicente Ferrer.

Mensaje a los valencianos
San Vicente Ferrer dio un mensaje para que lo llevaran a todos los valencianos, que podemos considerar como su testamento. El mensaje dice así:
"¡Pobre patria mía! No puedo tener el placer de que mis huesos descansen en su regazo; pero decid a aquellos ciudadanos que muero dedicándoles mis recuerdos, prometiéndoles una constante asistencia. y que mis continuas oraciones allí en el cielo serán para ellos, a los que nunca olvidaré".
"En todas sus tribulaciones, en todas sus desgracias, en todos sus pesares, yo les consolaré, yo intercederé por ellos. Que conserven y practiquen las enseñanzas que les di, que guarden siempre incólume la fe que les prediqué, y que no desmientan nunca la religiosidad de que siempre han dado pruebas".
"Aunque no viva en este mundo, yo siempre seré hijo de Valencia. Que vivan tranquilos, que mi protección no les faltará jamás. Decid a mis queridos hermanos que muero bendiciéndoles y dedicándoles mi último suspiro".

Vicente milagrero y con el Don de lenguas
860 prodigios o milagros constan en Proceso de su Canonización como obrados por el Predicador Dominico en vida y después de morir, que comprobaron los Jueces del Proceso.
San Vicente Ferrer, "predicando siempre en su lengua Valenciana", le entendían los castellanos, los franceses, los vascos, los italianos del Piamonte y Lombardía ...
Muchos testigos declararon en el Proceso que, hablando Vicente Ferrer en Valenciano, ellos le entendían perfectamente en su lengua nativa luego hay que admitir que, a San Vicente Ferrer, se le concedió el "don de lenguas".

Milagros
Con el ánimo de favorecer algunas poblaciones del Reino de Valencia, decidió el santo pasar por ellas y ayudar a los naturales, así vemos:
El día 26 de Agosto de 1410 se dirigió a Líria, ya que sus vecinos estaban sumamente afligidos por habérseles secado su caudalosa fuente, que era toda su fuente de riqueza. Compadecido el Santo, celebró misa en el lugar donde solía manar el agua y bendiciéndolo, volvió a salir agua en abundancia, prometiendo el santo que jamás faltaría allí el agua, como así sigue siendo en la actualidad. En dicho lugar, conocido como San Vicente de Líria, se levantó una ermita en honor al Santo y se habilitó posteriormente como zona de recreo.
En Villar del Arzobispo, vemos un milagro similar, pues se estaba pasando una sequía y el pueblo le pidió al Santo, que estaba predicando allí, que les llevara agua, San Vicente preguntó si querían rio o fuente, a lo cual contestaron fuente y entonces, mano una fuente. Cerca de ésta se construyó una ermita en su honor durante los siglos XV al XVII, de estilo gótico tardío con posteriorres añadidos.
Milagro del pañuelo (Milacre del mocadoret): En 1385 predicando el santo en Valencia, en la Plaza del Mercado, se detuvo y muy conmovido dijo a los oyentes: "Hermanos, ahora mismo estoy viendo que unos hermanos nuestros piden un socorro inmediato, que si no se les da morirán". Le preguntaron dónde estaban esas personas. El santo contestó: "Seguid a mi pañuelo, y donde él entre, entrad. Y lanzó al aire su pañuelo, el cual entró por la ventana de una buhardilla. En ella, en efecto, se estaba muriendo de hambre una familia, que fue socorrida. Según la tradición la casa estaba ubicada en la actual plaza del "Milacre del Mocadoret nº 5 (junto a la plaza de la Reina), donde hay una placa que lo recuerda.
Milagro del tendero (Milacre del salser) En 1359, el comerciante en especies Miguel Garrigues, que vivía en la misma calle que los Ferrer, tenía un hijo que sufría unas úlceras malignas en el cuello y de las que le curó el también niño Vicente. En la fachada del nº 37 de la actual calle del Mar, muy cerca del lugar en el que según la tradición ocurrió este hecho, hay un retablo en cerámica valenciana que lo recuerda. Este hecho es uno de los orígenes de la devoción popular valenciana de las representaciones de diversos milagros (milacres) suyos en los Altares de las calles el día de su fiesta.


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